viernes, 26 de enero de 2007

Ciudadano volador, ¿eres un estorbo?

Según la Real Academia, estorbo es un impedimento u obstáculo; cosa o persona que molesta.

A juzgar por el trato que recibimos, así nos ve cada vez más la administración en general y nuestra aviación civil en particular. Somos un inconveniente para los defensores del “control total”, somos elementos voladores aún dotados de una mínima y residual libertad y encima reclamamos descaradamente más. Entorpecemos la definitiva regulación milimétrica del espacio aéreo, somos una rémora económica a quién sin duda deberá aumentarse el castigo mediante sobre-tasas, papeleos y “handlings” obligatorios hasta nuestro total desistimiento.

En algún medio (con toda seguridad mal informado y malintencionado) me parece haber leído que se esta estudiando la venta de licencias de caza mayor para elementos volantes de entre 50 y 5.000 kilos. Los elementos volantes de peso inferior a 50 kilos, serán declarados intocables y protegidos en veda permanente, por movimientos ecologistas y departamentos de medio ambiente (ampliamente dotados de personal y recursos), y los de peso superior a 5.000 kilos, de carácter comercial obligatoriamente, serán tutelados y exprimidos directamente por aviación civil, (cuya caverna jamás será sometida a renovación alguna). Según este malicioso medio, entre estos pesos, cualquier elemento volante podrá ser abatido por el titular de la licencia en cuestión, mediante cualquier arma, artilugio o trampa, entre los días 2 de Enero y el 21 de Diciembre de cada año. Durante el periodo del 21 de Diciembre al 2 de Enero del año siguiente, los días más cortos del año, el espíritu navideño y el nivel de alcohol en sangre habitual durante estas fechas aconsejan una veda por seguridad nacional. Las piezas cobradas podrán ser expuestas al público después de retirar los restos humanos, si los hubiere, y limpiar sus secreciones. Parece que en este aspecto, será exigido un mínimo decoro de forma bastante rigurosa; no vayamos a caer nuevamente en el mal gusto y ensañamiento de los toros o la exhibición de fieras enjauladas.

Sin dar crédito alguno a lo expuesto anteriormente y sin ánimo de ser alarmista en absoluto, con gran pesar de mi corazón os traslado mi opinión, generalmente bien informada: Si no hay un cambio profundo en la administración y nosotros mismos no nos aclaramos un poco mejor, identificando a nuestros enemigos, posicionándonos claramente en defensa de nuestros derechos, y exigiendo nos tengan en cuenta tanto o mas que a la alondra de dupont nos debemos considerar una especie en extinción.

En España, se han contabilizado 13.000 alondras de dupont (pájaro terrestre, arisco por frustrado – ser pájaro y no volar debe conllevar un frustre total, no me lo vayan a negar - y comedor de escarabajos y arañas). La población de pilotos privados es muchísimo menor y su número decrece anualmente; vuelan (cada vez menos), y no consta donde ni como alimentan su afición. Según el BOE 197 del 16-08-2.004, no estamos catalogados como especimenes vulnerables, ni ejemplares con número y hábitat en regresión. Ni somos considerados especie protegida, ni tenemos el talante para crear conflictos, cortes de carreteras y quema de neumáticos en la vía pública, que llamen la atención sobre nuestra apurada situación.

La solución (si la hay) solo puede proceder de nosotros mismos. Propongo un programa de tres puntos como modelo a consensuar.

PRIMERO: debemos aclararnos y simplificar nuestras demandas, creando un ideario concreto, finito e incontrovertido entre nosotros. Me permito apuntar los siguientes temas:

Plan de vuelo VFR. El tema de menor peso pero el más flagrante y emblemático. Está claro que es prescindible en más de un 95% de casos (Francia vuela 25 veces más que España), no aumenta la seguridad (los famosos aviones del 11S llevaban plan de vuelo), y es repudiado por la gran mayoría de pilotos privados (aquí no valen lealtades contrapuestas, amigos “pilotos – controladores”). Es absolutamente kafkiano que la escuela del Aeroclub redacte y remita más de 3.000 planes de vuelo anuales Sabadell – Sabadell para hacer unos tráficos o un vuelo local de escuela.

Espacio Aéreo. Falta sentido común y voluntad para abrir el espacio aéreo a todos los usuarios, en vez de encerrarlo progresivamente con alevosía. Hay equipos, técnicas y procedimientos de sobra para que podamos compartir en seguridad todo el espacio aéreo, si se quiere y se está por la labor (el choque sobre Suiza fue entre dos IFRs y bajo el estricto control del ATS). Falta imaginación y vergüenza por las falsedades repetitivas que argumentan el progresivo arrinconamiento de los vuelos VFR. No nos harán creer que nos hacen volar “en la sopa” a menos de 3.000, 2.000 o 1.000 pies por encima del largo y ancho mar balear por nuestra seguridad.

Infraestructuras y costes. La densidad de aeródromos y aeropuertos en España es una veinteava parte de la de nuestro vecino francés. En vez de esforzarse en aumentar la oferta y alternativas, es alucinante comprobar el ensañamiento y la animadversión que muestra la administración y sus entidades colaboradoras y/o participadas. Uno de los sistemas utilizados recurrentemente es el siguiente: Se trata de prohibir una práctica habitual que nunca ha generado problema alguno, limitar un uso determinado generando una baja fiabilidad (..cuando esté disponible…) y obligar a contratar una solución lo más cara posible (… en caso de que esté disponible…). Por ejemplo: ir andando del avión estacionado a la terminal. En vez de crear un área adecuada para aparcar nuestros aviones y una pequeña terminal fácilmente accesible, en un creciente número de aeropuertos, se limita el espacio de aparcamiento para aviación general, y se obliga a contratar el handling. ¿A quién debemos aplaudir la idea y a quién su aplicación?

Formación y titulaciones. ¡Malaje JAR FCL! Cada País fue más o menos prudente, salvaguardando sus particularidades (brevet de base, etc. en Francia, licencia nacional y private IR en Inglaterra, y muchos otros). Aquí, más lanzados, más quijotes, mas europeos que nadie … ¡Malaje! Aquí el funcionario justiciero es más críptico que en ninguna otra parte y actúa con el celo del que no entiende de razones ni necesita de ellas. El banco de preguntas es más secreto. La revisión de examen imposible por inaudita e inútil. Cada vez menor número de convocatorias a examen, limitando así posibilidades de éxito. Y nos hemos quedado sin alternativa ni muestras de sensibilidad para reinstaurar soluciones conocidas ni encontrar e implantar soluciones nuevas y complementarias.

Financiación y tratamiento fiscal de la aviación deportiva. Si conseguir un crédito por parte de un club de tenis que posee terrenos (que no se mueven de sitio) es casi un milagro, pedir un crédito por parte de un aeroclub para un avión que despega y se va volando, es un acto considerado de enajenación mental transitoria la primera vez y locura permanente a partir de la segunda. El desarrollo de la aviación deportiva en nuestro País vecino (Francia) es un ejemplo de cómo las administraciones (local, regional y nacional) pueden y deben hacer sus deberes al respecto. Nuestras administraciones no se dan por enteradas sobre lo que estamos pidiendo, ni a quién. Las sonrisas y el talante veo que tampoco nos van a aportar las soluciones necesarias.

SEGUNDO: Si logramos consensuar estos (y/u otros) temas en una lista corta y concisa con petición concreta de soluciones, deberíamos alejar miedos y mojigaterías. Deberíamos todos y cada uno de nosotros en nombre propio y del conjunto, y con un único discurso concreto, sin perder la compostura, ir a dar zapatazos (al estilo Krutchov) encima de todas las mesas oficiales a nuestro alcance, compradas en parte con nuestros impuestos y tasas. Hacernos atender por todos los funcionarios y políticos a nuestro alcance, cuyo sueldo, en parte, pagamos con nuestros impuestos y tasas. Estoy convencido que nuestros enemigos son pocos y cobardes. Lo que ocurre es que son maestros en el arte del engaño y el disimulo y están encaramados y enquistados en distintos peldaños del poder. Yo diría que en su gran mayoría los tenemos sobradamente identificados. A los demás, los que juegan el sucio juego del encubrimiento, la falsedad, la manipulación y las lealtades múltiples y contrapuestas, debemos acorralarlos y atraparlos en el renuncio. Para todos ellos, debemos hacer público escarnio de su proceder y denunciarlo. Todo ello en el entorno de … ¿AOPA? (quizás) … ¿RACE? (no lo creo) … ¿Hay alguien más?

TERCERO: Forzar a interlocutores válidos y capaces a sentarse en una mesa, de donde DEBAN salir compromisos y plazos concretos suficientes para garantizar la supervivencia primero y revitalización después de la aviación deportiva.

Quizás fácil de decir y difícil, si no imposible, de realizar. Pero estamos llegando al punto de no retorno en que lo posible puede ser insuficiente.

Vaya por delante mi profunda simpatía y mi respeto por la ballena jorobada, el caribú canadiense y la alondra de dupont. Pero mi instinto de conservación y las estadísticas de vuelo me dicen que toca proteger al piloto privado. Si seguimos la tendencia actual, éste dejará de existir en España, de forma ineludible, en un muy próximo futuro.

El mundo seguirá girando sobre su eje y se seguirán alternando veranos e inviernos. Pero si la posible desaparición de la lagartija negra del menor de los pedruscos baleares motiva movimientos humanos y políticos de ámbito nacional e internacional, y merece la dedicación de recursos públicos (en parte procedentes de nuestros impuestos), no me explico la indiferencia, cuando no la mal disimulada satisfacción, de parte de nuestras administraciones ante la desaparición anunciada del piloto privado en el territorio español.

Por edad, es poco probable que llegue a ver la desaparición tanto de la lagartija de “la illa d’en Colom” como la del piloto privado. Yo seré, en el peor de los casos, un elemento residual que acabará su vida deportiva (certificado de aptitud médica y/o fé de vida) junto con la existencia de su afición (dentro de los próximos 25 o 30 años, si todo sigue como hasta ahora). Por lo tanto, no vean en este escrito una actitud egoísta. Aunque nuestra siembra floreciera, las inercias administrativas no me permitirían estar presente en el momento de la cosecha. Simplemente estoy utilizando todas las armas a mi alcance y poniendo todo mi empeño en evitar que estas cosas ocurran.

A mi entender, los hechos y actitudes que el sentido común determina injustas deben ser combatidas sean o no conformes a ley. Con sus quemas de libros y personas, sus Herodes e inquisiciones (todo ello conforme a la ley y la autoridad de cada momento), la Historia me avala.

Si las leyes y los reglamentos son los grandes argumentos que algunas personas esgrimen desde su cargo público o pseudo-público, para poder seguir en el proceso de extinción del piloto privado, deberemos afrontar la necesidad del cambio de reglamentos, leyes y personas. Cueste lo que cueste y caiga quien caiga.
Roger SangenisPiloto Privado.