viernes, 26 de enero de 2007

Carta por Via Aérea nº 2

Carta Aérea nº 2.

Querido amigo: Te escribo la presente para confirmarte lo que te dijeron y me comentaste por teléfono. En nuestro País se está verificando que la teoría de la barrena inversa es cierta. Pero no es una nueva maniobra acrobática como te han dicho. Es una maniobra que no pertenece exclusivamente al mundo de la aviación.
La maniobra aérea, como bien sabes, es la pérdida asimétrica de sustentación de tal manera que guiñada, alabeo y profundidad quedan comprometidos, y se produce un inevitable descenso descontrolado. Mantener la cabeza fría y dar pié exterior en el momento adecuado nos permite salir airosos de esta embarazosa situación.
La barrena inversa se produce en el mundo del poder. Una persona normal, como podemos ser tu y yo, los que cuando nos juntamos nos apodamos “gente” sin apelativos ni clases, puede adquirir un cierto grado de poder limitado por la raíz cuadrada de su sensatez.
º = Es decir, nuestra envolvente de vida será “normal” mientras nuestro poder esté entre cero y la raíz cuadrada de nuestra sensatez. Reza la teoría que sobrepasado este límite, se entra en barrena inversa.
Dado que cuanto más poder tienes mas de arriba ves las cosas, primero parece que se produce un estiramiento intelectual indoloro. (Síndrome Eii, produciendo sujetos llamados “estirados”). Vencida la tolerancia elástica, se produce una ruptura del sentido común [del común de los mortales] y se inicia un ascenso rotacional ingobernable con pérdida de control sobre todos los ejes sufriendo una aceleración proporcional a la altitud. De aquí vendría el dicho “tocar los pies al suelo” para la gente sensata y bajo control. Pocos, muy pocos son, los que se pueden permitir un gran poder sin ruptura del sentido común y pérdida de control. Haberlos, haylos; como as meigas.
Las capas medias y bajas de nuestro País están saturadas de tecnócratas, mediocres, arribistas y mentecatos cuya caída libre en barrena inversa se mantiene por statu-quo y corporativismo. No hagas caso a las malas lenguas que denuncian codazos y golpes bajos. Su propio remolino y descontrol hace que choquen de forma permanente y aleatoria con propios y ajenos cual abejorro alocado dentro de un tarro de cristal.
En las capas altas, orbitan los innombrables, los insuperables, los inabordables, los incontestables, los intocables, etc. Son de lo más “in”. Son de pecado mortal; aún no se han puesto de acuerdo sobre lo que nos conviene y se dedican en exclusiva a la gresca tabernera.

Es por todo ello que os han denegado el plan de vuelo visual nocturno para arribar a nuestro País. Los controladores, aún encaramados a sus torres, no os verían venir y podríais colisionar con cualquier poderoso de medio pelo (dada la altitud VFRN). Además me han comunicado que de noche no se ve nada bien.

Esperando una mejor ocasión para darte un abrazo real, recibe éste virtual de tu amigo piloto que lo es a pesar del lamentable estado de la Nación.

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